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domingo, 29 de julio de 2018

COSTA ESMERALDA

COSTA ESMERALDA

Sábado 30 de junio de 2018. Quien nos iba a decir, cuando partimos el 17 de junio de Port Ginesta, que volveríamos tan pronto a la maravillosa Costa Esmeralda. El año pasado estuvimos por aquí un par de días aunque, en aquella ocasión, accedimos por el norte.

Hemos planeado fondear en varias calas, “chafardear” por los lugares frecuentados por la jet set y volver a La Maddalena, entre otras razones, para saldar una cuenta pendiente. El año pasado amarramos en el puerto de Cala Gavetta (+39 0789730121 - VHF 74), pero solo pasamos unas horas y no pudimos recorrer el interior de la isla y visitar la vecina Caprera. Intentaremos aprovechar esta nueva oportunidad.

À bientôt, Tavolara!

Zarpamos de Tavolara a las 10:46h con la intención de hacer un alto en la Cala Moresca, al abrigo de la costa de Cerdeña y de la pequeña Isola di Figarolo, muy cerca de Olbia. En 1h30min recorremos 7 millas y llegamos a esta primera parada. El lugar es precioso pero no estamos cómodos. Algunas lanchas y barcos a motor pasan por el lugar a excesiva velocidad y levantan una ola molesta. A pesar de haber echado el ancla, decidimos continuar ruta para buscar un lugar más tranquilo.

Cala Moresca

A poco de doblar Punta Filasca, y a unos escasos 100 metros de la costa, la mar nos vuelve a regalar una extraordinaria sorpresa. Avistamos una tranquila Ballena de unos 6 o 8 metros. Increíble, quien podía esperar ver un cetáceo de tremendo tamaño tan cerquita de la costa. No pudimos hacerle una foto así que deberéis creernos. 

En el centro de la imagen, cerquita de la costa, se intuye lo que es la ballena avistada en Punta Filasca

El viento arrecia, lo que es bastante común por estos lares, así que buscamos el lugar más protegido posible para hacer un alto, bañarnos y comer sin demasiados balanceos. Lo encontramos en el Golfo di Marinella, al abrigo de Punta Sabina y en el acceso al pequeño puerto del Circolo Nautico Isola di Marinella y el Yachting Club Vela Blu.

Fondeados en Marinella


Vecinos en Marinella

Estamos tan a gusto que nos planteamos quedarnos a pasar la noche pero, como la curiosidad impera en el equipo, decidimos avanzar, con la duda de si dormir en puerto o fondeados. Las opciones más próximas serían Porto Rotondo o Portisco, o Porto Cervo algo más al norte. La mayoría de ellos aumentan las tarifas de forma exponencial el primero de julio, así que hoy sería la última oportunidad a un precio razonable.

Doblamos la Punta Volpe alucinados con el nivel de las “casitas” que hay en la costa. En cualquier caso, la mayoría están muy bien integradas en el paisaje. Nada que ver con las destrozas que se han hecho en la costa española, incluso en la afamada Costa Brava.



Nos acercamos a la bocana de Porto Rotondo, una de las opciones, pero no osamos entrar a desentonar con nuestro pequeño SHARKY. Seguimos navegando entre barcazos por el Golfo di Cugnana y pasamos frente a la Marina di Portisco hasta el fondo del Porto di Cugnana. Damos media vuelta y seguimos hasta Cala di Volpe, donde el tamaño y espectacularidad de los megayates va en aumento. La delirio máximo de lo que vemos lo representa el Dilbar. Un barquito de 156 metros de eslora, aproximadamente 80 personas de tripulación y un valor que supera los 500 millones de Euros. ¡Que locura!

Is agent 007 James Bond here?


El incalificable Dilbar




Como sopla viento del este, decidimos remontar hasta el Golfo Pevero, muy cerquita de Porto Chervo, para fondear y pasar la noche en una zona resguardada. Parece que no somos los únicos que hemos interpretado bien las condiciones meteorológicas y compartiremos la cala con más de 20 barcos, como siempre, la mayoría veleros.

Salida del sol en Gulfo Pevero






Estrenamos el mes de julio con una plácida navegada de 10,9 millas desde Pevero hasta el puerto de Cala Gavetta en la Maddalena. A las 11:00h, después de repostar en la gasolinera que hay justo a la entrada del puerto, ya estamos amarrados al costado del velero Luft & Liebe (Aire y Amor) Este precioso velero es el sueño hecho realidad de un matrimonio de alemanes jubilados, con el que llevan varios años disfrutando de la vida. Esperamos seguir su estela con Emma cuando llegue el momento.

Capo Ferro

La Maddalena al fondo. A babor San Stefano y a estribor Caprera.

Entrada a Cala Gavetta

Después de ducharnos como Dios manda en las instalaciones del puerto, salimos a dar un paseo con las bicicletas con la intención de visitar la isla y comer en algún restaurante, aún no determinado. 

Cogemos la carreterita que costea hacia el oeste hasta Cala Nido d’Aquila y de ahí continuamos por un empinado puerto de montaña que nos eleva unos 150 metros sobre el nivel del mar y nos regala unas vistas únicas. Del esfuerzo físico y la descomunal sudada para seguir el ritmo de Emma mejor no os cuento nada… en fin, lo cierto es que mereció la pena. ¡Que vistas!

Vistas de la Isola Spargi y más al fondo la costa de Cerdeña


Impresionantes vistas de Cala l'Inferno y Cala Maiore

Parejita feliz... como para no estarlo!!!


Continuamos el bucle para pasar al lado de la torre de la estación costera y descender a la ciudad de La Maddalena por su costado este. Como estamos cerca del puente que cruza a la próxima isla de Caprera decidimos visitarla y aprovechar para comer en un chiringuito que está muy bien valorado en Tripadvisor, I Mille.




En primer plano La Maddalena, con San Stefano en frente.

Pinares en Caprera
Simpática compañía en I Mille

Que bonita es Caprera. No solo sus costas. El interior es espectacular. I MIlle es una “bocadillería” que se encuentra en uno de los frondosos bosques de pinos de la isla. El lugar es mágico y la comida buenísima y a un precio más que razonable. ¡Volveremos!

Alto en el camino para refrescarnos en Caprera
Cala Stagnali en Caprera

Por la mañana, después de una nueva sesión fotográfica con el dron – ya lo voy controlando – zarpamos de Gavetta hacia Cala Corsara en la Isola Spargi. Nos damos un bañito, pero levamos anclas pronto pues la cala está abarrotada de barcos fondeados, y gente en la playa que llega con los barcos “autobús” que salen de La Madalena.


Cala Gavetta

Cala Gavetta, en pleno centro de La Maddalena.













Cala Corsara en Isola Spargi





Decidimos ir hasta la Isla Razzoli, donde esperamos encontrar una boya libre para amarrarnos y pasar lo que queda del día y la noche, como ya hicimos el año pasado. 

La pequeña Isola To Spargiotto

Al fondo Isola Budelli. Una maravilla pero demasiado frecuentada por su proximidad a La Maddalena.


Como le gusta nadar a Emma, en estas aguas cristalinas aun más! 

Mejor, más seguro y cómodo, amarrados a una boya que con el ancla al fondo.


Cala Lunga, buena representante de la Costa Esmeralda

El SHARKY en Cala Lunga 


No os he contado que en La Madalena es obligatorio pagar una tasa al Ente Parco Nazionale dell’Arcipelago di la Maddalena. Se puede pagar por día o semanal, y los veleros tienen un 40% de descuento. Es un importe pequeño que, además, incluye las boyas de amarre libre que hay en algunas de las calas del archipiélago. El año pasado pagamos 30€ por una semana (era más barato que pagar por los 3 días que estuvimos) y este año 12€ por un día.

En Cala Lunga, en la Isola Razzoli, no hay nada… solo las boyas y nosotros. Si os tengo que recomendar un lugar de la Costa esmeralda es, sin lugar a dudas, este. ¡Apuntad con mayúsculas, CALA LUNGA en RAZZOLI!




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