INTRODUCCIÓN

INTRODUCCIÓN

Después del intento fallido de empezar a escribir en mi blog en 2012, aquí estoy de nuevo, esta vez sí, con un claro propósito.

Voy a intentar resumir las travesías que hacemos y haremos con el SHARKY - después os hablo de él - para preservar los recuerdos de una forma ordenada, y para compartir nuestras experiencias con familiares, amigos y aficionados a la náutica y los viajes.

A ver si soy capaz de resumir y centrarme en lo relevante, tarea que no debería ser demasiado complicada teniendo en cuenta que hoy día la redacción mediante textos cortos en Facebook, Instagram y, sobre todo, en Twitter, es lo habitual.

Aunque públicamente se me relaciona casi siempre con la montaña, hay tres realidades que me han acercado y me acercan a la mar. 

La primera, sin lugar a dudas, es el hecho de haber nacido en Barcelona. En la ribera del Mediterráneo, ¡como Serrat! Aunque un poco más tarde que él, ¡eh! Yo soy del 64.

La segunda es haber tenido la suerte de que mis padres compraran una casa en Tamariu, en el corazón de la Costa Brava. Esa casa la disfrutamos durante años, hasta que mi madre, mucho tiempo después de la muerte de mi padre, la vendió. 
En cualquier caso, empecé a practicar vela ligera en el CN Tamariu durante los largos veranos de los años 70. Primero Optimist, después Vaurien, 420 y, ya más adolescente, Windsurf. Aún recuerdo las primeras Windsurfer Ten Cate con botavara de madera. Supongo que a esto se le llama nacer con una flor en el culo, ¿no?

La tercera razón es mi espíritu aventurero, abonado por los viajes que por razones laborales hacían mis padres, y por Lay Gainza, una de las personas que más ha influido en mi vida. Seré fiel al propósito de no irme por los Cerros de Úbeda y no os contaré en detalle mi relación con Lay, una referencia y ejemplo para mi. Amigo, hermano y padre. 

Con Lay llegamos a abrir una cuenta en una caja de ahorros para comprar un barco y dar la vuelta al mundo. Creo que no pusimos más de 200 pesetas de la época, algo más de un Euro, y finalmente nunca zarpamos . Años después, como presente de boda, le regalé un documento notarial - que pagó mi amigo y abogado Consti Pera, 😁 - en el que me comprometía a cederle el 50% de cualquier embarcación que pudiera adquirir en el futuro. ¡Sigue esperando!

Si hablo de personas que han influido en mi, en mi manera de ser y muy especialmente en mi "valentía" y carácter aventurero, no puedo dejar de mencionar a Carlos García Oliver, Charly - no sé como se escribe: Charly, Charlie, ... nunca lo he sabido. De hecho, no nos importa ni a mi ni al afectado - Carlos es de esos tipos que no se cortan, un auténtico huracán. Súper deportista y, como se dice vulgarmente, un tipo con dos cojones. También he aprendido mucho siguiendo su estela, por decirlo en términos marineros, en esta vida.

El primer velero propio, un fantástico Sun Odyssey 30i del 2012, lo compré en 2015 a Lluís Mas de www.motyvel.com. Bendito el día en que conocí a Lluís. Él y su equipo, muy especialmente Montse Graupera, son unos profesionales increíbles y muy buena gente. Supongo que por este motivo, el Sun Odyssey 349 con el que navegamos ahora también se lo compramos a ellos.

SHARKY II - SO 30i - en Menorca (julio del 2015)

              SHARKY - SO 349 - en Formentera (mayo de 2018)

Como habréis comprovado, he ido mezclando el singular y el plural en esta introducción del blog "SAILING TOGETHER"... creo que es el momento de presentaros a Emma, mi amor y co-patrona del SHARKY. 

Cuando compramos el SHARKY II yo no tenía titulación alguna. Por el contrario, EMMA ya era Patrón de Yate.

Con mis conocimientos de vela ligera, algo de experiencia adquirida en cruceros de amigos y la titulación de EMMA, recibimos el SHARKY II en Port Balís (Sant Andreu de Llavaneras) y navegamos hasta Port Ginesta, que es nuestro puerto base.

EMMA

Para hacer honor al dicho "más vale una imagen que mil palabras", a continuación adjunto algunas imágenes del día que fuimos a buscar nuestro primer velero, el SHARKY II, y de alguno de los fantásticos momentos que nos regaló.

SHARKY II era el nombre del velero cuando lo adquirimos. Decidimos conservarlo. Nosotros no vamos al barco, ni navegamos con el barco, ni... Siempre es el SHARKY. Dormimos en el SHARKY, vamos al SHARKY, navegamos con el SHARKY,...

El SHARKY II el día que lo fuimos a buscar a Port Balís. Creo recordar que era el 14 de febrero de 2015. Sin lugar a dudas, uno de los días más felices de mi vida. Uno de mis sueños hecho realidad, después de muchos, muchos, muchos años de espera.

Se alinearon los astros para que se hiciera realidad. También me ayudó la Libreta de Campeones que conseguí en el año 89 gracias al programa ADO (Ayuda a los Deportistas Olímpicos) y al tercer puesto que conseguí ese año en un Campeonato Mundial de Esquí acrobático. Esa es otra historia. La de la montaña.

También recibí una ayuda necesaria, digamos que el último empujón, por parte de mi querido amigo Ariel Bercovich, al que siempre estaré agradecido por el detallazo que tubo. Y por su amistad incondicional, ¡claro!

PORT GINESTA